Hace 60 años, el 4 de octubre de 1957, los rusos conseguían un logro impresionante: colocar el primer satélite artificial, el Sputnik 1, en órbita. Pero fue mucho mas que eso lo que lograron.
El primer paso en la carrera espacial
Después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos y la Union Soviética entablaron una guerra de espionaje, amenazas encubiertas y no tanto, y tensiones nucleares que se extendió durante varias décadas, hasta la caída del régimen soviético en 1991. Uno de los frentes de esta guerra, tal vez el mas visible, fue la carrera espacial.
Tras los primeros ensayos atómicos de la Union Soviética en 1949, se empezó a trabajar en la idea de cohetes que pudieran transportar objetos al espacio. Y si no servían para eso, podrían ser útiles para llevar bombas a ciudades estadounidenses distantes. Pero, al principio, todo el programa espacial estaba “impulsado por el sueño del viaje espacial”.
No sabemos que dice la leyenda sobre el programa espacial soviético. Lo que queda claro es que sabían hacer imágenes épicas.
Fue así que, el Programa Espacial Sovietico, utilizando la experiencia en cohetes de algunos científicos alemanes capturados, perdón reclutados, durante la 2da guerra, lograron crear ya para 1950 un cohete que era una replica del V-2 alemán.
Tras numerosas pruebas, en 1955, anunciaron que querían lanzar un satélite artificial en órbita. durante el Año Geofísico Internacional, osea en 1957.
Lograr esto no era una empresa fácil, ni económica, pero el líder de turno, Nikita Khrushchev, lo aprobó porque con eso, se pondrían por delante de los Estados Unidos en tecnología, y ademas seria una buena forma de hacer propaganda de su régimen.
Y así fue. El proyecto logro poner en órbita, no solo el primer satélite artificial, sino varios otros, que formaron parte del programa Sputnik, cuya traducción al español seria “Compañero de viaje”.
El Satélite
Los rusos estaban corriendo contra reloj para ganarle a Estados Unidos. Ellos sabían que Estados Unidos estaba trabajando en su proyecto de cohetes y también querían lanzar su primer satélite artificial para la misma época. Por estas razones, decidieron simplificar el diseño y poner en órbita. un satélite funcional, pero los mas simple posible. Y eso fue exactamente lo que hicieron.
El satélite Sputnik 1, era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro que pesaba unos respetables 83 kilos. Desde el 22 al 26 de octubre (fecha en la que se agotaron las baterías) emitió una señal de radio, que pudo ser captada por científicos y radio aficionados de todo el. mundo.
El Sputnik también fue equipado con los instrumentos para medir la densidad de la atmósfera de la tierra. Esta y otra información se codifico en. los pitidos de radio emitidos por el satélite. Cálculos basados en las últimas señales recibidas del satélite y la degradación de la proyección de su órbita, indican que el Sputnik 1 se quemó en re-entrada la atmósfera el 4 de enero de 1958.
Su legado
Tras esta victoria, y luego de varios fracasos por parte de los estadounidenses en este campo, los rusos fueron por mas. Así fue que los rusos pusieron al primer animal en el espacio (La pobre Laika), el primer hombre en el espacio (Yuri Gagarin) y la primer sonda que llego a la Luna (Lunik).
En respuesta a todo esto, es que los Estados Unidos relanzaron su programa espacial a principios de las 1960 con el objetivo de llegar a la luna antes de 1970. Ese programa entero, merece un artículo contando la historia detrás del mismo.
Sin el lanzamiento sorpresa del Sputnik, y lo que lo siguió, estas potencias no se habrían embarcado en una guerra tecnológica. ¿Y en que nos sirve poder colocar un hombre en órbita si en la tierra tenemos problemas mas graves?
Bueno, muchas de las tecnologías que utilizamos actualmente, existen gracias a la investigación y desarrollo detrás de los programas espaciales. Ya hablaremos de ellas en otro artículo. Pero como ejemplo. los satélites que permiten que hables con tu celular, son los tataranietos del Sputnik.
Sin el Sputnik, los que niegan que el hombre llego a la luna, probablemente estarían afirmando que la tierra es plana o que las vacunas no funcionan.
Y claro está, sin el Sputnik, la serie Friends no nos habría regalado el peor disfraz y/o juego de palabras en ingles, Spudnick.
Por eso y por mucho mas, gracias Sputnik.